Las personas con discapacidad constituyen un grupo especial, ya que son biológica y socialmente vulnerables en cuanto a la cobertura de sus necesidades de nutrientes. Esto se debe a que sus requerimientos son diferentes o no tienen la capacidad de cubrirlos satisfactoriamente y a que su ingesta alimentaria es muchas veces monótona o insuficiente, por ello, debe considerarse como un grupo de alto riesgo nutricional.
Conociendo estos problemas y tomando conciencia de la importancia de un seguimiento nutricional en esta población, se elabora un menú adaptado a las necesidades nutricionales de los usuarios del Centro para minimizar el riesgo de problemas derivados de una alimentación inadecuada.
La finalidad de este programa es aportar una dieta equilibrada, variada y suficiente, que cubra las necesidades de los usuarios.
Los objetivos en este programa son:
– Limitar el consumo energético procedente de las grasas, evitando el consumo de alimentos fritos, salsas, y los alimentos más grasos, así como los precocinados y salsas comerciales.
– Aumentar el consumo de frutas, verduras, hortalizas, legumbres y cereales integrales, que aportan fibra y cantidades importantes de vitaminas y minerales.
– Fomentar el consumo de pescado. Siempre en forma de filete limpio y sin espinas.
– Limitar el consumo de alimentos energéticamente densos y pobres en micronutrientes como: refrescos, zumos comerciales, chocolates, helados, bollería, pastelería industrial, productos de repostería, golosinas,…
– Reducir el consumo de sal.