Los terapeutas ocupacionales se centran en el desarrollo de la motricidad fina y en la optimización de la función superior del cuerpo y mejorar la postura. Un terapeuta ocupacional ayuda al niño a dominar las actividades básicas de la vida diaria, como comer, vestirse y usar el baño solo. El refuerzo de este tipo de independencia aumenta la autoconfianza y la autoestima, y también ayuda a reducir la demanda de los padres y cuidadores. También abordan las dificultades con la alimentación y la deglución. Usarán el ejercicio, la práctica facilitada, estrategias alternativas y equipo de adaptación para promover la independencia.
Esta modalidad de tratamiento conlleva también una valoración y seguimiento domiciliario.
Un niño será recibirá tratamiento en Terapia Ocupacional cuando presente dificultades en la coordinación, en las actividades de la vida diaria (vestido, aseo, alimentación…), en el posicionamiento, presente dificultad sensorial y de percepción o problemas de grafomotricidad, de escritura y de habilidades motoras finas.