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In Astrapace

Dos usuarios de Astrapace consiguen el primer y segundo premio del primer concurso inclusivo de relatos de terror y misterio

Alfonso y Javier, usuarios de Astrapace, recibieron su premio por su relato corto de miedo y terror en la Biblioteca Santiago El Mayor.

Alfonso Medina quedó segundo por su relato, LA DUQUESA DE TREVINSKAYA consiguiendo un lote de libros para leer en el club, y Javier Castillo por su historia NADA ES LO QUE PARECE quedando el primero y recibiendo una tableta y un libro para que el Club de Lectura de Astrapace siga creciendo.

Estamos orgullosos por el esfuerzo realizado.

Aquí os dejamos los relatos.

LA DUQUESA TREVINSKAYA

 

Hace muchos años en la ciudad rusa de Moscú vivía la duquesa Trevinskaya tenía una mansión, que era muy grande y lujosa.

Tenía muchas habitaciones y salones y una enorme cocina que se comunicaba con el comedor.

Como vivía en las afueras, la mansión estaba rodeada por un enorme parque y en uno de sus lados estaba la capilla familiar.

Era muy bonita con las paredes de color blanco y en sus paredes había muchos cuadros, en un rincón de la casa estaban las tumbas de sus familiares.

La duquesa era una señora no muy mayor, muy alta y que vestía con mucha elegancia, pues sus vestidos se los traían de París.

Era viuda, pues su marido había muerto hace algunos años.

Vivía con su única hija, que tenía dieciocho años, y con su doncella personal que la había visto crecer.

Un día la duquesa y su hija habían sido invitadas a una reunión de amigas de la alta sociedad.

Cuando de pronto un coche de caballos a toda velocidad atropelló a la hija de la duquesa cuando esta cruzó sin mirar, y como consecuencia murió en el acto.

Entonces la duquesa lloraba mucho porque había perdido a su única hija.

La hija fue enterrada en la capilla familiar de al lado de la mansión.

Por la noche se le aparecía el espíritu de la hija a la duquesa, pero ya no era su hija.

Era un ser terrorífico y muy malo.

A la mañana siguiente como la duquesa había perdido a su hija, ya no salía de su mansión ni acudía a reuniones de la alta sociedad, no comía ni bebía ni se divertía con nada.

Su doncella la animaba a salir, pero no tenía ya ganas de vivir, pues se quería morir.

Por la noche cuando la duquesa acudía a la capilla familiar a rezar por su hija y sus antepasados, se le apareció el espíritu maligno de la hija que le decía:

¿Sabes qué está tu hija conmigo ahora mismo?

Le respondió el espíritu malo a la duquesa gritándole en voz alta.

Al día siguiente la duquesa llamó a un exorcista que un cura que sana a las personas cuando el demonio hace que sean malas, para que limpiara la capilla de aquel demonio que se creía que era la hija de la duquesa.

Al final la duquesa tuvo que vender la mansión, y se tuvo que ir con su doncella a otro sitio a vivir, pues le recordaba a su hija muerta.

A la mañana siguiente, la duquesa estuvo viendo casas que estaban por la misma zona en la que tenía la anterior mansión.

Por fin pudo descansar tranquilamente.

Vivió muchos años más hasta que murió a la edad de ochenta y seis años.

NADA ES LO QUE PARECE

 

Durante la noche oscura y silenciosa, ocurren cosas que nadie espera.

Esta historia transcurre en Corrillos de la Sal, un pueblo al sur de Toledo.

Nada más llegar, la Inspectora Baños se encuentra un cuerpo inmóvil junto al rio.

Tras examinar el cuerpo se da cuenta que esto no ha sucedido solo.

La policía empieza a investigar y descubre que el cadáver encontrado en el rio es la joven Isabel Cabrera, una chica que vivía muy cerca del lugar donde había muerto.

Los problemas siguen apareciendo a pesar de que la policía ha empezado a investigar a posibles sospechosos.

Cada mañana cuando hacen la búsqueda para encontrar al sospechoso o sospechosos, se encuentran con nuevos cuerpos sin saber su procedencia.

Los cuerpos encontrados están cubiertos de sangre con marcas en el cuello, y hace que sean crímenes de un asesino en serie.

La Inspectora Baños y el Subdirector Cárceles les piden a sus compañeros del Cuerpo Nacional de Policía, que retiren todos los cadáveres para saber las causas de la muerte de todas estas personas.

Cuando llega la noche todos estos cuerpos cobran vida, abriendo sus grandes ojos amarillos para convertirse en muertos vivientes, que aterrorizan a todas las personas que se encuentran a su paso.

Estos seres terroríficos tienen la capacidad de convertir a las personas en criaturas capaces de crear el caos entre la población.

Son capaces de matar sin compasión sin que nadie le pueda hacer frente, todo el que se enfrenta a ellos acaban muertos.

Al llegar la mañana y ver que todos los cuerpos habían desaparecido la Inspectora Baños manda a todos los compañeros al cementerio para buscar pistas del posible asesino.

Cuando se dirigen hacia el cementerio, ven que está en obras y por tanto hay varias tumbas abiertas.

A la inspectora le llama la atención un ataúd rojo que podría pertenecer a una familia muy antigua del lugar.

En su interior se encuentran extraños objetos, como pequeños frascos con una sustancia verdosa.

Del cementerio se dirigen hacia la montaña siguiendo diferentes pistas.

Allí encuentran una cueva muy antigua con un ser extraño.

La Inspectora y sus compañeros intentan detenerlo para interrogarlo.

Los policías viendo que resulta imposible cogerlo vivo le disparan, el asesino se defiende con uñas y dientes propinándoles una serie de golpes que les hace salir por los aires.

Uno de los policías llevaba un frasco de perfume en su bolsillo que con los golpes se rompe, ocasionando al asesino una reacción alérgica que lo mata en el acto.

Un día después llegan los resultados de los análisis y no era otra cosa que un antídoto para la alergia que tenía el asesino.

Poco a poco las victimas iban regresando a sus casas con toda normalidad sin acordarse de nada de lo sucedido.

La Inspectora Baños y todo el pequeño pueblo no daban crédito, pero tampoco quisieron darle más vueltas.

Lo que bien acaba, acabado se queda, hay cosas que no tienen explicación.