Conseguir un ocio inclusivo es una de las principales ambiciones de Astrapace para que cualquier persona, independientemente de sus capacidades, pueda disfrutar de un tiempo libre enriquecedor. Dicen que el movimiento se demuestra andando y, en este caso, se ha demostrado viajando. Un grupo de ocho personas pertenecientes a la asociación se decidió a emprender una aventura de la mano del Consejo Local de la Juventud de Murcia ‘Murcia Total’. El reto consistía en viajar a Madrid para disfrutar de la ciudad y de un espectáculo que se ha convertido en el musical más taquillero de todos los tiempos con 85 millones de espectadores en todo el mundo, El Rey León.
Un viaje que ha supuesto una meta alcanzada ya que es la primera vez que una asociación de personas con discapacidad realiza un viaje con el Consejo de la Juventud de Murcia. El objetivo es que éste sea sólo el principio de un plan de actividades inclusivas que cuenten con toda la población que desee realizarlas.
Los preparativos pasaron por que todos estos viajeros se hicieran con la tarjeta Murcia Total, prepararan sus maletas y se dieran un buen madrugón para llegar al autobús que les llevaría a Madrid. A las 6:00 de la mañana salía el autobús que les llevó no sólo a visitar una ciudad y ver un musical, sino a vivir una experiencia que jamás olvidarán y demostrar que contar con una discapacidad no debe cortarle las alas a nadie.
Que la meteorología no acompañara no fue motivo para que estos intrépidos viajeros no disfrutaran de todos los atractivos turísticos que ofrece la capital. La ruta empezó al salir del hotel, situado muy cerca de la estación de Atocha, con rumbo a la Puerta del Sol.
El medio utilizado fue el metro de Madrid, que se caracteriza por unas infraestructuras ampliamente adaptadas a la discapacidad. En sus trayectos se encuentran 15 líneas (entre líneas convencionales ramales y metro ligero) con múltiples estaciones adaptadas a una accesibilidad universal, 5 líneas con medidas complementarias de accesibilidad y 9 líneas con rampas y ascensores como única medida de accesibilidad. Un medio de transporte que además, cuenta con un plan que tiene de plazo hasta 2020 para seguir avanzando para adaptarse a las diversas capacidades de sus usuarios.
Pronto llegaron al primer destino, la Puerta del Sol, donde se encuentra el Kilómetro 0 de las carreteras radiales de España, los símbolos de Madrid (el oso y el madroño) o una estatua ecuestre de Carlos III, considerado uno de los mejores alcaldes de la ciudad. Pero lo que más llamó la atención de nuestros compañeros fue el edificio de Correos, actual sede de la presidencia de la Comunidad Autónoma, con el mítico reloj con el que la mayoría de españoles despide al año que se va y da la bienvenida al que llega. Aquí estos foráneos hicieron algo obligado para cualquier turista que visita la capital, degustar uno de sus famosos bocatas de calamares.
Tras unas vueltas, esperaba la principal atracción del viaje, el musical basado en el éxito de Disney de 1994 que enseñó a todos quién era el rey de la selva y que la vida no es más que una muesca en un ciclo sin fin que lo envuelve todo. Poco sabemos de qué pasó durante esa noche después de abandonar el Teatro Lope de Vega, pero seguro que serán momentos imborrables para los afortunados que vivieron la experiencia.
El día siguiente fue más relajado con una visita al Parque de El retiro, uno de los parques públicos más importantes del país, y una agradable comida en uno de los restaurantes de la capital cerca del hotel en la zona de Atocha. Una experiencia con la que todos esbozan una gran sonrisa al preguntarles a toro pasado por su viaje a Madrid.
Todo ello gracias a Murcia Total, a la labor de los cuidadores que acompañaron a nuestros viajeros y al resto de jóvenes que se hicieron amigos de los miembros de Astrapace.